Mucho se está hablando últimamente de las gasolineras low cost y el por qué de esa diferencia de precio en comparación a las gasolineras ‘tradicionales’.
Con el incremento del precio del combustible en los últimos meses, los españoles buscan la mejor manera de ahorrar en su muchas veces ya mermada economía. La aparición de gasolineras con precios más económicos y con una diferencia entre las más caras y mas baratas de alrededor de un 20% hace que muchos conductores se pregunten dónde está el truco y si el combustible es de igual calidad o afectará a la larga al funcionamiento del vehículo.
Un informe de la OCU refleja que la elección de surtidores con los precios más bajos puede llegar a suponer un ahorro cercano a los 250 euros anuales. Esto es lo que se desprende de un informe elaborado por esta asociación sobre las cadenas de gasolineras más baratas en España.
¿Es mala la gasolina más barata?
En España básicamente todo el combustible que se vende se produce en unas ocho refinerías que tratan el petróleo importado de una forma idéntica, ya sea gasolina o diésel. Tras este tratamiento se distribuye a diferentes centros logísticos de almacenamiento conocidos por la marca CLH (Compañía Logística de Hidrocarburos). A estos almacenes es a donde puede ir tanto Repsol a cargar combustible para sus estaciones de servicios, como BP, Carrefour o cualquier gasolinera low cost.
En este punto el combustible es igual para todos y es cuando es más estándar. Además, igualmente cumple con los mínimos estándares de calidad de combustible.
La diferencia de precios
Los aditivos que cada comercializadora añade a su combustible es el principal factor que impacta en el precio del mismo. Aditivos con los que las marcas aseguran mejorar la eficiencia y el rendimiento de su combustible en el momento de su quemado, facilitando la inyección gracias al efecto detergente y anticorrosión. Es decir, las grandes marcas incluyen aditivos extra en sus combustibles mientras que las marcas low cost no lo hacen. Ambos combustibles son aptos y cumplen los mismos estándares de calidad.
Otro de los factores que impactan, aunque en menor medida, son los servicios que ofrecen en la propia gasolinera las grandes marcas. Las gasolineras low cost suelen ser autoservicio y sin presencia de trabajadores, en cambio en otras se dispone de un servicio de atención personalizada.
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